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Cómo cuidar y mantener nuestra kokedama

Como cuidar y mantener kokedama

Para mantener nuestra kokedama en estado óptimo tenemos que tener en cuenta una serie de recomendaciones que os voy a dar a continuación.

¿Qué necesidades de riego tiene la kokedama?

En primer lugar, y quizás lo más importante, es el riego.

En este punto no me voy a extender demasiado ya que puedes encontrar en el blog un artículo dedicado exclusivamente al riego de la kokedama.

A la hora de regar nuestra kokedama debemos tener en cuenta el tipo de planta que tenemos, la luz que reciba y la temperatura de la estancia donde se encuentre. En mi tienda, visitando cada kokedama encontrarás información específica y detallada sobre las necesidades de riego de cada una de las plantas.

En cualquier caso, si todavía tienes dudas, una buena opción es preguntar en tu centro de jardinería de confianza donde a buen seguro te proporcionarán información sobre cualquier planta con todo detalle.

Las kokedamas se riegan por inmersión. Para ello necesitaremos un recipiente en el que podamos introducir por completo la bola sin que quede ajustada. Lo llenaremos más o menos a la mitad, sumergiremos la bola cubriendo el musgo por completo y dejaremos que absorba el agua que necesite durante 5 o 10 minutos.

Cuando dejen de salir burbujas la sacaremos, la dejaremos escurrir unos segundos y la colocaremos de nuevo en su recipiente habitual.

Haz click aquí para ver el vídeo sobre cómo se riega una kokedama.

¿Qué humedad necesita la kokedama?

Otro de los puntos que tenemos que tener en cuenta es la humedad ambiental.

Para que las kokedamas se encuentren en un ambiente ideal debemos procurar que tengan una humedad adecuada. La humedad que necesiten, igual que ocurre con el riego, va a depender del tipo de planta que tengamos.

En épocas de invierno, sobre todo cuando ponemos la calefacción el ambiente se reseca. En verano también lo alteramos con los aparatos de aire acondicionado.

Para evitar un ambiente demasiado seco podemos poner un cuenco con piedras, llenarlo de agua y colocar encima de las piedras nuestra kokedama. La bola de musgo no debe tocar el agua, por lo que el nivel del agua debe estar por debajo de la superficie de las piedras.

Otra opción es colocar algún recipiente con agua cerca de nuestra kokedama. El agua se irá evaporando y el ambiente ganará en humedad.

Si tenemos más de una kokedama podemos agruparlas para crear un microclima y así facilitar que entre ellas mantengan la humedad ambiental.

Y por supuesto podemos pulverizar el follaje para proporcionar la humedad necesaria, siempre y cuando la planta que contenga permita la pulverización de sus hojas.

¿Qué necesidades de luz y temperatura tiene nuestra kokedama?

Algo fundamental en el cuidado de nuestras plantas es procurarles una luz y una temperatura adecuadas.

La luz que necesite nuestra kokedama va a depender también del tipo de planta que tengamos, aunque debemos procurar no exponerlas nunca al sol directo porque el musgo se podría deteriorar.

Si la planta necesita mucha luz debemos colocarla en un lugar con buena iluminación pero protegida del sol intenso. Lo ideal sería colocar la kokedama en una habitación bien iluminada pero con luz tamizada. Podemos tamizar esa luz con unas cortinas finas o con unos visillos.

En cuanto a la temperatura debemos evitar los cambios bruscos tanto de frío como de calor.

Las kokedamas no se deben colocar cerca de ventanas, puertas o pasillos donde pueda haber corrientes de aire, ya sean frías o calientes.

Tendremos cuidado de no colocarlas por ejemplo al lado de radiadores en invierno o cerca de los aparatos de aire acondicionado en verano.

Por supuesto también tenemos que tener en cuenta la temperatura adecuada para cada tipo de planta.

¿Cómo mantendremos el musgo?

El mantenimiento del musgo es fundamental.

Como ya he comentado es muy recomendable pulverizar la bola de musgo para mantener su humedad. La frecuencia dependerá de la época del año en la que estemos, pero podremos saber fácilmente cuándo necesita que lo pulvericemos tocando el musgo directamente.

No obstante con el tiempo y los riegos el musgo irá perdiendo su tonalidad. Para que mantenga su aspecto inicial se puede colocar musgo nuevo cuando sea necesario.

¿Necesita abono nuestra kokedama?

Otra cuestión importante para el mantenimiento es cómo aportaremos los nutrientes necesarios a nuestra kokedama.

Cuando compramos nuestra kokedama el sustrato tiene un 100% de poder nutritivo pero con el paso del tiempo se van perdiendo esos nutrientes. Por este motivo, pasados dos o tres meses desde que adquirimos la kokedama podemos introducir en el agua del riego un fertilizante líquido.

Las plantas deben abonarse en su fase de desarrollo y antes de que germine el capullo floral, si es que tiene flores. Por norma general este periodo coincide con las estaciones de primavera y verano, pero como siempre, la especie en concreto tendrá la última palabra.

Debemos utilizar el fertilizante una vez al mes y solo durante el periodo recomendado. El resto de los riegos que hagamos serán sólo con agua. Tan importante es conocer cuándo se tiene que abonar una planta como saber cuándo no hacerlo.

Por norma general no se recomienda abonar en invierno, aunque tendremos en cuenta que esta pauta no es válida para las especies que desarrollan su ciclo vital en esta estación.

Apariencia y poda de nuestra kokedama

Y ya por último, para mantener la apariencia de nuestra kokedama es importante que realicemos un mantenimiento e incluso una poda en el momento adecuado.

Las ramas que no estén en buen estado se deben cortar. Todas las que estén amarillas, secas o rotas las cortaremos con una tijera.

 

Las plantas con flores también necesitan una limpieza. Debemos cortar las flores cuando se marchiten, de esta manera facilitaremos que nuestra kokedama nos regale de nuevo sus flores.

Haz click aquí para ver el vídeo sobre cómo mantener tu kokedama.

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