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¿Cómo cambiar el musgo a una kokedama?

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Una de las dudas que os surgen cuando tenéis una kokedama es cuánto tiempo durará el musgo que hace de maceta de la kokedama.

El musgo que utilizo para hacer las kokedamas es musgo natural, pero es un musgo que está seco y liofilizado. Utilizar este tipo de musgo me garantiza en primer lugar poder tener almacenada la cantidad suficiente que me permita preparar kokedamas durante bastante tiempo sin que el musgo se deteriore, y por otro lado, al tener un tratamiento específico, evitar la aparición de pequeños insectos que nos podemos encontrar en la superficie de los musgos húmedos. Evidentemente este musgo no está vivo, por lo que con el tiempo y con los riegos irá perdiendo su tonalidad y se tornará marrón. Incluso después de un par años, al ser un material orgánico, se puede empezar a caer.

Otro motivo por el que podemos necesitar cambiar el musgo de la kokedama es porque las raíces de la planta hayan crecido tanto que estén asomando por el musgo.

¿Cómo lo hacemos?

El cambio del musgo de la kokedama es una tarea sencilla, solo tienes que tener un poco de habilidad con las manualidades y verás cómo consigues que te quede perfecto.

Los materiales que vamos a necesitar son musgo, hilo y unas tijeras.

Lo primero que vamos a hacer es limpiar el musgo de palitos, hojas, pinocha y otras impurezas que pueda tener adheridas. Lo haremos por las 2 caras del musgo. Una vez limpio lo pulverizamos con un poco de agua para que quede flexible y lo reservamos.

Musgo kokedama

Después empezamos a cortar poco a poco el hilo y el musgo con el que estuviese elaborada la kokedama.

Lo iremos cortando y eliminando hasta que la bola de sustrato quede al descubierto. No tengas miedo al hacer esto porque no vamos a dañar en ningún caso la planta. Eso sí, si la kokedama tuviese las raíces muy grandes, ten la precaución de no cortarlas.

En este punto lo ideal es que tengas un nuevo sustrato preparado para sustituir el antiguo. Por un lado, le aportaremos a la kokedama un nuevo sustrato cargado de nutrientes, y por otro, más soporte para las raíces que hayan crecido y se vean alrededor del sustrato antiguo.

Se puede quitar parte del sustrato antiguo y poner el nuevo, o directamente poner por encima del antiguo el que hayamos preparado procurando que todas las raíces queden totalmente cubiertas.

Si no tienes la posibilidad de poner sustrato nuevo coloca entonces solo el musgo sobre la bola. Lo único que tendrás que hacer para aportar los nutrientes que el sustrato antiguo haya perdido es poner un poco de abono líquido aproximadamente cada 15 días en el agua de riego y regar la kokedama.

Como os decía en este artículo sobre cómo abonar nuestras kokedamas, es muy importante seguir las indicaciones del fabricante que aparecen en la etiqueta del envase del abono que elijamos, además de tener en cuenta el ciclo de crecimiento de la planta que tengamos y la época del año en la que estemos. No tenemos que abonar las plantas durante todo el año, solo en el momento en que lo necesitan.

Ahora con el musgo que teníamos limpio y reservado envolvemos bola de la kokedama. Podemos poner el musgo sobre la mesa de trabajo, colocar la kokedama encima y envolverla hasta cubrir el sustrato por completo, o directamente sujetar el musgo con una mano, colocar la kokedama sobre la plancha y envolverla de la misma manera. Si vemos que sobra algo de musgo lo podemos cortar.

Una vez esté envuelta sujetaremos el musgo al sustrato con el hilo. Para hacerlo yo sujeto la kokedama envuelta con el musgo en una mano, coloco el extremo del hilo encima del musgo, lo sujeto con el dedo pulgar y comienzo a dar vueltas al hilo en diagonal alrededor de la bola. Con un par de vueltas que demos el hilo ya estará sujeto a la kokedama. A continuación tenemos que ir girando la bola, dar las vueltas que sean necesarias con el hilo hasta que el musgo quede bien sujeto y hasta que consigamos dar la forma deseada a la kokedama.

Una vez tengamos el musgo fijado cortamos el hilo y con ayuda de un objeto punzante introducimos el último extremo del hilo dentro del musgo. Hay otras formas de hacerlo, pero esta opción es la que más me gusta porque el acabado de la kokedama será perfecto.

Por último, si quedan algunos trocitos de musgo que sobresalgan podemos cortarlo pegado a la kokedama, así conseguiremos que la bola quede mejor formada, aunque esto es totalmente opcional. Si prefieres un aspecto un poco más “salvaje” puedes dejarla tal cual.

Y ya tienes tu kokedama completamente renovada.

 

 

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