
¿Alguna vez te has preguntado qué necesitan las plantas para vivir? Lo más evidente es que necesitan luz, agua y dióxido de carbono.
Sin la luz apropiada una planta no se desarrollará adecuadamente. Por otro lado, tanto el exceso como la falta de riego son muy perjudiciales, por lo que es necesario un realizar un riego regular que garantice que nuestra planta tenga siempre el agua que necesite. Y como bien sabes, una humedad y una temperatura adecuadas son fundamentales para su correcto desarrollo.
De la luz, el agua y el dióxido de carbono obtienen su alimento, pero nuestras plantas, también en kokedama, necesitan una serie de nutrientes para desarrollarse bien.
Hay 3 macronutrientes primarios que son el nitrógeno, el fósforo y el potasio, que necesitan en mayor cantidad para realizar sus procesos metabólicos.
El nitrógeno es un nutriente esencial para que la planta tenga un crecimiento adecuado y además es responsable del color verde que presentan las hojas. El fósforo favorece el crecimiento de las raíces, y el potasio interviene en la floración e influye directamente en el crecimiento y la calidad de los frutos, además de aumentar la resistencia de nuestras plantas a las plagas y a las condiciones adversas.
El calcio, el magnesio y el azufre se consideran macronutrientes secundarios. También son importantes, pero son requeridos por la planta en menor cantidad.
Por otro lado tenemos los micronutrientes, otros minerales necesarios para las plantas que son asimilados por las raíces en cantidades muy pequeñas. Estos micronutrientes son el hierro, el manganeso, el molibdeno, el cobre, el boro, el zinc y el cloro.
Pero ¿por qué es importante que abonemos nuestras kokedamas?
La bola que hace de maceta para nuestra kokedama contiene la tierra que necesita la planta, pero ese espacio es pequeño, con el tiempo se compacta, y con los riegos la tierra pierde los nutrientes, por eso es importante mantener nuestras plantas abonadas.
¿Cómo y cuándo tenemos entonces que abonar nuestra kokedama?
Cuando recibís vuestra kokedama la bola está recién hecha. Los sustratos que utilizo para su elaboración son de una excelente calidad, por lo que durante un tiempo, 1 mes o mes y medio aproximadamente, la planta tendrá todos los nutrientes sin necesidad de aportarle nada más.
Pasado este tiempo podemos utilizar un abono líquido que incorporaremos al agua de riego cada 15 días. Es muy importante seguir las indicaciones del fabricante que aparecen en la etiqueta del envase, ya que si nos excedemos en la cantidad de abono podríamos quemar la raíz de nuestra planta.
Para abonar de manera adecuada nuestra kokedama tenemos que tener en cuenta el ciclo de crecimiento de la planta que tengamos, y por supuesto la época del año en la que estemos.
En general el periodo de crecimiento de las plantas se inicia en primavera y es entonces cuando tenemos que empezar a abonar.
Cuando la planta comienza su parada vegetativa, habitualmente durante el otoño e invierno, debemos dejar de hacerlo.
Esto no será así con plantas cuyo ciclo vegetativo se inicie precisamente en invierno, como ocurre por ejemplo con plantas como el ciclamen.
¿Qué tipo de abono es el idóneo para nuestra kokedama?
En el mercado encontramos abonos en distintas formas de presentación.
Según su forma de absorción los podemos encontrar líquidos, granulados, en bastones… Según su origen pueden ser orgánicos o químicos.
Nosotros tendremos que utilizar el formato líquido ya que es la única manera de incorporarlo al sustrato de la kokedama.
Aunque lo he comentado antes, sobra decir que es fundamental disolverlo en el agua de riego; nunca regaremos una planta con el abono líquido directamente porque sería letal para ella.
Para mí lo ideal es utilizar un abono orgánico que proporcionará a nuestra kokedama todos los nutrientes que la planta necesita sin dañar la tierra, aparte de proporcionarle una serie de beneficios al sustrato y una mejora de la calidad del mismo que no obtendríamos con un abono químico.
Dentro de los abonos orgánicos en formato líquido me decanto por el Guano.
El Guano estimula el crecimiento y la floración tanto en cantidad como en calidad. Es un fertilizante de origen natural que tiene un alto contenido en nitrógeno, fósforo y potasio, además de otros nutrientes, por lo que será ideal para mantener el sustrato de nuestra kokedama en óptimas condiciones.
No obstante no hay que esperar milagros de los abonos. Si la planta no se encuentra en condiciones adecuadas no podrá asimilar debidamente estos nutrientes.
Recordad que un riego apropiado, una buena ubicación en la que la planta reciba la luz suficiente, donde no haya corrientes de aire y haya una temperatura y humedad adecuadas es la mejor garantía de éxito para cultivar cualquier planta.