Kokedama Sansevieria o Lengua de suegra

Sansevieria trifasciata

Es una planta ornamental perfecta para el cultivo en interiores. La Sansevieria es una especie muy resistente a condiciones ambientales poco favorables. Tolera bien la sequía, apenas necesita cuidados y se adapta a ambientes con muy poca luz.

La decoración que aparece en la imagen no está incluida, aunque puedes adquirir cualquiera de nuestros accesorios que serán el complemento perfecto para tu kokedama.

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La Kokedama Sansevieria y sus cuidados

La Sansevieria es originaria de África Ecuatorial. Es una planta crasa de desarrollo lento y muy fácil de cultivar ya que apenas necesita cuidados. Tiene fama de inmortal por lo que es apta incluso para aquellas personas a las que siempre se les mueren las plantas.

Hay más de 70 especies, pero la Sansevieria más conocida es la que tiene un color verde oscuro intenso con bandas amarillas longitudinales. En su hábitat natural sus hojas pueden llegar a medir hasta 120 cm de alto, aunque en maceta su tamaño será mucho más contenido.

Produce unas pequeñas inflorescencias blancas en forma de racimos, aunque raramente florece en el interior. El fruto es una pequeña baya anaranjada.

En espacios cerrados es una de las plantas que más purifica el aire junto con el potos, la chamaedorea y el espatifilo.

La Sansevieria se conoce comúnmente como “Lengua de tigre”, “Lengua de suegra”, “Espada de San Jorge”, “Cola de lagarto”, “Orejas de burro”…

Tamaño grande:

Medidas bola: alto 11 cm / diámetro 13 cm

Altura total de la planta con la bola: 40 cm aproximadamente

¿Cuánta luz necesita la Sansevieria?

Prefiere una buena iluminación. Aunque puede vivir perfectamente en zonas con muy poca luz, si recibe algunas horas de sol al día crecerá mucho más fuerte y sus hojas adquirirán un color verde más intenso.

¿Cuál es la temperatura ideal para la planta?

La temperatura ideal se encuentra entre los 16 ºC y 21 ºC. Tolera temperaturas máximas de 40 ºC y mínimas de 7 ºC.

¿Cómo se debe regar la Sansevieria?

En verano regaremos una vez cada quince días y en invierno una vez al mes, incluso menos si el sustrato todavía tuviese algo de humedad. Debemos ser muy cuidadosos en el riego pues un riego excesivo puede causar pudrición.

Es importante que tengas en cuenta que cuando recibes tu kokedama está recién hecha y no necesitará ser regada hasta que quede seca de nuevo.