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Livistona rotundifolia
Es originaria de Asia, de la península de Java y Malaca. Es una palmera tropical que se utiliza muy a menudo como planta de interior.
La decoración que aparece en la imagen no está incluida, aunque puedes adquirir cualquiera de nuestros accesorios que serán el complemento perfecto para tu kokedama.
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Tiene unas enormes y preciosas hojas palmeadas de color verde brillante. Es una planta muy decorativa, de hecho es una de las plantas de interior que cuenta con más adeptos, sin embargo los cuidados no son nada sencillos.
Para sobrevivir necesita recibir una serie de cuidados que son fundamentales. Debemos procurarle una iluminación suficiente, vigilar la temperatura, evitar colocarla en zonas donde pueda haber corrientes de aire, regar adecuadamente y mantener una humedad ambiental alta cerca del lugar en el que se encuentre nuestra palmera.
Digamos que no es una planta apta para principiantes, aunque si somos muy rigurosos y constantes en su cultivo podremos sacarla adelante y disfrutar de su increíble belleza.
Medidas bola: alto 14 cm / diámetro 13 cm
Altura de la planta con la bola: 35 cm aproximadamente
Necesita mucha luz aunque debemos evitar la exposición al sol directo. La cantidad de luz que reciba será lo que defina su crecimiento, por lo tanto es fundamental colocarla en un espacio muy luminoso.
Es importante que mantengamos una temperatura por encima de los 12 ºC. Es una planta friolera por lo que en invierno incluso agradecerá que la coloquemos cerca de un radiador.
No obstante la temperatura ideal se sitúa entre los 17 ºC y los 27 ºC. Como máximo tolerará 29 ºC y como mínimo 12 ºC. Lo que sí es importante es que la mantengamos alejada de las corrientes de aire, tanto frías como calientes.
Regaremos dos o tres veces por semana en verano y dos veces al mes en invierno. Tenemos que tener en cuenta que es una planta que no está preparada para los excesos de agua.
Es importante que tengas en cuenta que cuando recibes tu kokedama está recién hecha y no necesitará ser regada hasta que quede seca de nuevo.
Requiere una alta humedad ambiental. No debemos sin embargo pulverizar sus hojas. En su lugar podemos colocarla sobre unos guijarros mojados sin que la bola toque el agua.