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Olea europea
Se conoce con el nombre común de olivo, olivera o aceituno. Es el símbolo del Mediterráneo por excelencia. En nuestra cultura simboliza la paz, encarna la fuerza y el vigor.
El olivo es una especie típica del Mediterráneo adaptada perfectamente al clima de la zona.
Sus cuidados son muy sencillos. Para cultivarlo con éxito no necesitará grandes dotes de jardinería ni requerirá que le prestemos mucha atención.
Es un árbol de una increíble belleza ornamental. De sus frutos se obtiene el aceite de oliva.
Es un árbol de crecimiento muy lento. Florece al final de la primavera y principio del verano.
Medidas bola: alto 18 cm / diámetro 35 cm
Alto de la planta con la bola: 50 cm aproximadamente
Necesita un lugar muy luminoso, una buena exposición solar será ideal para su perfecto desarrollo. Lo ideal es que en verano reciba algunas horas de sol en las primeras horas de la mañana, durante el fuerte sol del mediodía debemos protegerlo. En invierno puede estar todo el día expuesto a la luz solar sin problema.
El olivo es feliz y despliega todo su esplendor cuando es expuesto a pleno sol, por lo que si queremos tenerlo en el interior debemos asegurarnos de que recibe luz solar directa al menos durante 6 horas al día. De no ser así podría perder sus hojas.
Procuraremos mantenerlo lejos de las calefacciones.
El olivo tiene una excelente capacidad de adaptación a casi cualquier clima. Soportará una temperatura mínima de -7 ºC.
No tolera el exceso de agua ni los encharcamientos, por lo que seremos muy cuidadosos a la hora de regar. El olivo tolera muchísimo mejor la sequía aunque no debemos olvidar, sobre todo en estos ejemplares jóvenes, que necesita agua más a menudo que un ejemplar adulto. No obstante esperaremos a que el sustrato esté completamente seco para regar. Ya sabes que la pista para saber si es sustrato está seco en una kokedama es por el peso. Regaremos cuando al coger nuestra kokedama notemos que tiene un peso muy liviano.
Es importante que tengas en cuenta que cuando recibes tu kokedama está recién hecha y no necesitará ser regada hasta que quede seca de nuevo.
Tolera perfectamente la atmósfera seca.
